Director General

La joven pareja de recién casados, empiezan a labrarse un futuro. Como casi todos los cónyuges, que a mediados de los 70s., se esforzaban trabajando ambos; El en la ingeniería topográfica, y ella en la burocracia del Estado de Baja California.

Nuestra oferta de seguro de vida para ellos consistió en seguro Temporal a la edad de 65 años, con una combinación de seguro de menores; en la cual la aseguradora prometía pagar en caso de fallecimiento de alguno de sus dos hijos.

El atractivo del Seguro de Menores básicamente era que se constituía un fondo de inversión con fines educativos.

Como exhalación pasaron casi 20 años, durante los cuales se mantuvieron en vigor las pólizas, con cargo de las primas, a los fondos de inversión.

Sorpresivamente un día de infausta memoria, leyendo el Diario Novedades, nos enteramos de que el primogénito de nuestro asegurado en vida, ¡se había suicidado!

Cabe destacar, que después de 2 décadas de tener en vigor las pólizas de seguro de vida, los afligidos padres, ni siquiera se acordaban de que sus pólizas seguían en vigor; y menos recordar que también sus hijos estaban cubiertos en caso de fallecimiento.

En respeto a su tragedia por la irreparable perdida de su hijo primogénito, menor de 30 años, en nuestro Despacho de Asesores Profesionales de Seguros, esperamos un tiempo prudente para comunicarles que la aseguradora los indemnizaría pagando la suma asegurada por el suicidio de su hijo.

Un servidor, con un nudo en la garganta, le expresó mis condolencias a los inconsolables Padres; al tiempo que les informaba que la aseguradora GNP pagaría la suma de UN MILLÓN DE PESOS, por el lamentable fallecimiento de su hijo.

Los padres, incrédulos y agradecidos firmaron los documentos de la reclamación, recibiendo de la aseguradora un importante fondo patrimonial para sus nietos.

La enorme satisfacción del deber cumplido, para nosotros, como sus asesores profesionales de seguros; fue indescriptible.

Y todavía al hacer el recuento de nuestros modestos logros, nos invade la nostalgia, y nos recargamos de orgullo.


ABELARDO FLORES BAÑUELOS/ DIRECTOR GENERAL / CÉDULA CNSF #H269875

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